Dulce se pone

Dulce Pontes canta fados. Y lo hace muy bien por cierto. Está considerada una de las mejores de la actualidad. Vive un momento dulce, ronda los 35 y ha decidido ser superfeliz. Sobretodo si esa felicidad se expresa en público.
Ayer fui partícipe de su felicidad en directo en el auditori. Y vamos deciros que se le fue la flapa más de lo que tocaba ante la euforia de algunos de los asistentes newageianos (entre los que estaban la amiga de tu madre y tu tía) y la indiferencia tediosa de sus sufridos músicos (ya la conocen).
La mujer empezó por la senda que domina: el fado. Con dignidad, bastante pasión y cierta clase. Sin embargo esta clase la fue perdiendo según avanzó el concierto, y la perdió de forma alarmante. ¡¡Se puso a bailar a lo Shakira señores!! Al final eso era una mezcla de música portuguesa-griega, fado, ¿rock? y arabescos, todo ello exaltado, mal ligado y sin dirección. Carnaza para newageianos poco exigentes.
En fin escuchadla un poco que la decadencia siempre tiene un punto romántico. Dulce fadista, a tus fados, que eso te sale bien tontorrona, lo otro no.